- Sesión de 45 a 60 minutos
La Psicoterapia Infantil es un tipo de terapia que busca el bienestar emocional, psicológico y social del niño, la diferencia con la terapia individual es la manera en la que se entabla la relación terapeuta-paciente y el tipo de técnicas que se utilizan en sesión.
En este tipo de terapia el juego es el elemento clave y el conjunto de técnicas que se utilizan le permiten al niño entender su mundo y sus emociones de manera experiencial y vivencial ayudando a desarrollar su lenguaje, comunicación y mejorar problemas de conducta.
El terapeuta tiene como misión crear un ambiente seguro, protegido y estructurado en el que con juegos y juguetes indaguen sus eventos internos, sensaciones y emociones logrando la comunicación de sus conflictos y preocupaciones y desarrolle soluciones que le ayuden a sanar.
¿Cuáles son los objetivos de la terapia infantil?
Algunos de los objetivos que la terapia infantil puede lograr son:
- El desarrollo de habilidades sociales y relacionales
- Mejora de la autoestima
- Afrontamiento de problemas y situaciones traumáticas o difíciles
- Conseguir herramientas para mejorar su bienestar emocional
- Expresión y control de emociones e inquietudes
- Mejora del habla y motricidad
¿Cuándo debo llevar a mi hijo(a) a terapia?
Esta es una de las preguntas más comunes cuando hablamos de terapia infantil, lo más importante es saber que, si tú notas algún cambio de conducta importante en tu hijo(a) o si pasó por una situación difícil personal o familiarmente siempre es mejor acudir a terapia, puedes además buscar señales cómo:
- Problemas de conducta.
- Enfado o ira
- Berrinches descontrolados y muy intensos que aves incluyen autolesiones.
- Desobediencia extrema.
- Pesadillas o problemas para conciliar el sueño.
- Problemas de control de esfínteres y enuresis (Se orina en la cama por las noches).
- Onicofagia (Se muerde las uñas).
- Problemas de atención, lectura y lenguaje.
- Hiperactividad e impulsividad.
- Bajo rendimiento escolar.
- Tristeza, ánimo decaído o desinterés.
- Cambios en el apetito.
- Timidez y problemas de relaciones sociales.
- Miedo intenso e irracional.
- Conductas repetitivas y obsesivas.
- Falta de respuestas emocionales adecuadas.
- Conductas sexuales incompatibles con su edad.
- Sospecha de maltrato físico, sexual o emocional.
La frecuencia y número de sesiones que se necesitarán depende de la situación particular del niño(a), sus necesidades, su disposición y la de sus padres y/o cuidadores principales y el tipo de problema al que se enfrenten, por favor si aún tienes dudas, manda un mensaje y pide informes, te aseguro que no te vas a arrepentir.