¿Cómo cultivar la compasión en los niños?

se da por imitación

 

Hola a todos una vez más, ¿cómo les ha ido esta semana?. El día de hoy mi querida Nan me envió un artículo bellísimo que entre otras cosas dice que ponemos mucho énfasis en aquellas conductas negativas para cambiarlas por lo que olvidamos cultivar las positivas y eso es mucho más eficaz y concuerdo con esa idea por lo que hoy hablaremos de cómo cultivar la compasión en los niños.

 

¿Qué es la compasión?

 

Lo primero que hay que entender cuando hablamos de compasión es que es un sentimiento que surge al ver a alguien sufrir, sin embargo, la cosa no queda ahí, este sentimiento nos impulsa a querer hacer algo para aliviar el sufrimiento del otro lo que hoy en día no se ve mucho en los pequeños porque están inmersos en una sociedad que no les muestra compasión.

 

La compasión se aprende y es mucho más que solo empatizar con lo que siente el otro, es el impulso de ayudarle y como la mayoría de los sentimientos secundarios es la imitación la que le permite al niño desarrollarlo.

 

¿Cuáles son los efectos de la compasión?

 

En el ámbito social la compasión pone en marcha la ayuda humanitaria para cualquier catástrofe, en un grado más pequeño nos ayuda a entablar relaciones duraderas y calmar el sufrimiento en los demás.

 

Pero, a nivel personal es de suma importancia porque activan el sistema de regulación del cerebro logrando un estado de felicidad y paz.

 

¿no te gustaría tener un niño compasivo y feliz?, pues para ello debes comenzar a ser tú mism@ un papá o mamá compasiv@ para que ellos lo imiten.

 

¿Cómo se construye la compasión?

La compasión proviene de un delicado equilibrio entre tres sistemas reguladores de las emociones que realizan de forma concreta el sistema de bienestar y son las siguientes:

 

1 . Percibir el sufrimiento:

Abrir nuestra mente para que perciba el sufrimiento en los demás con curiosidad y libertad

 

2 . Evaluación del sentimiento:

Es justo en este paso dónde se decide si pondremos en acción la compasión o no gracias a la evaluación de la situación externa y tu capacidad para afrontarla, es por ello que si decidimos que la persona en cuestión se merece el sufrimiento no se dispara la compasión, en cambio si la evaluación nos dice que necesita ayuda y que estamos en la posibilidad de apoyar surge este maravilloso sentimiento que a veces es mal entendido y confundido con la lástima.

 

3. Sentir la compasión y actuar:

Dejarse llevar por el sentimiento compasivo y comenzar a encontrar y aplicar las herramientas que están a nuestro alcance para aliviar el sufrimiento del otro.

compasivo 2

 

¿Cómo fomentar la compasión en mi hij@?

 

Una manera sencilla de comenzar a trabajar este sentimiento es siendo amables con los demás y con nosotros mismos, muéstrale a tu hijo o hija la amabilidad, saluda en la calle, sonríe, ayuda a alguien y enséñale a tu pequeño que podemos cambiar el mundo pero sobre todo su estado mental con estas pequeñas acciones.

 

Otra forma muy efectiva es practicar el agradecimiento a todo aquel que te ayuda o ayuda a tu hij@, si observamos la compasión que nos brindan los demás también nosotros lo haremos.

 

Una última cosa que te pido de manera especial, enséñale a ser compasivo con él mismo, a ser gentil con su sufrimiento y buscar herramientas para ayudarse.

 

Todos necesitamos de una sociedad más compasiva, de mentes abiertas y dispuestas a ayudar, empecemos en casa a cambiar el curso de esta y todas las sociedades un niño a la vez.

 

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Nos leemos pronto.

 

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