Así es, a través de tu forma de escribir se puede observar que tan contento, triste o deprimido te sientes.
Pero para empezar, quiero dejar claro que no debemos confundir lo que es la emoción y el sentimiento, la diferencia entre estos dos conceptos nos la marca el tiempo. En efecto, la emoción tiene una duración determinada y más corta en el mismo que el estado de ánimo.
La emoción es una reacción subjetiva a estímulos ambientales que irán acompañados de cambios a nivel fisiológico, influidos básicamente por el aprendizaje y la experiencia, mismos que nos sirven para desenvolvernos ante situaciones que a su vez modifican nuestro estado interno y nuestro modo de cómo percibimos la realidad, desde luego que todo ello se manifiesta en motivaciones, objetivos, deseos, afectos, etc. Para entenderlo mejor, podría decirse que el sentimiento será el vínculo que utiliza la emoción para expresarse.
A lo largo de la vida van surgiendo estados que todos hemos experimentado como el miedo, la alegría, la soledad, la tristeza, la ira, la inseguridad etc. Son emociones sencillas que se irán haciendo más complejas.
Sabes que todas emociones se traducen en gestos gráficos y que son una forma de comunicar lo que está ocurriendo en nuestro mundo interno.
Nuestro estado de ánimo seria lo que marca las conductas desde las que realizamos todas nuestras acciones, ¿qué quiero decir con esto?, que lo que hacemos está condicionado por nuestro estado de ánimo y por ende, modela nuestro mundo.
Tanto las emociones como las actitudes y estados de ánimo estarán presentes en el aquí y ahora y siempre se verán expresadas en la escritura.
Pero… ¿cómo saber en qué dirección escribo?
Para que nos quede más claro, te explicare que existen varias formas de ver la dirección de nuestra escritura, ella nos hablará de nuestro estado de ánimo, dónde se conoce como la persona se enfrenta a la vida, las situaciones, saber si será o es entusiasta o tiene decaimiento frente a las tareas, si es emprendedor o si tendrá continuidad en sus esfuerzos. Pero por ahora solo mencionare las más comunes y seguro te identificas con alguna de ellas.
Escritura horizontal:
Esta es una personalidad emocionante, estable, equilibrada, controlada, segura y madura psicológicamente.
Escritura ascendente:
Nos habla de una persona con carácter positivo, optimista, sociable, cordial, extrovertido, imaginativo, entusiasta. OJO. Las escrituras llevadas muy arriba, más de 10 grados tendrán demasiado ímpetu y tendencia a la hiperactividad.
Escritura descendente:
Me indica que es una persona pesimista, con tendencia a la depresión y/o que se hunde con bastante frecuencia. Personalidad introvertida y con poca capacidad de trato social.
Escritura muy descendente:
Esta persona tal vez está ante un problema depresivo en su fase más aguda o ante un suicida en potencia. Una persona que necesita ayuda profesional urgente para evitar riesgos.
“Hasta que no hagas al inconsciente consciente, seguirá dirigiendo tu vida y lo llamarás destino”.
Carl Jung.
¿Te identificaste con alguna de ellas y quisieras saber más de las bondades de la grafología?
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