Saludos a todos, espero que disfrutaran de un fin de año agradable, fue un poco ajetreado para mí con eso de la fiebre de las compras navideñas, los compromisos familiares, escolares y laborales, pero en fin, ya estamos iniciando un nuevo año y esta es una oportunidad para observar nuestras experiencias pasadas y decidirnos a tomar las riendas de nuestra salud emocional. Es por esto que el día de hoy quiero hablarles de la resiliencia, acerca de su significado y cómo podemos incrementarla. Tal vez algunas personas ya estén familiarizadas con este término pero seguramente habrán unas que, como yo en algún tiempo, piensan ¿qué es eso?
Así que vamos a empezar respondiendo esa pregunta ¿qué es la resiliencia?
De acuerdo con la American Psychological Association (APA,s.f.), la resiliencia es un proceso al que recurrimos para hacerle frente a eventos difíciles de distintos niveles. Tal vez existan personas que hace poco perdieron a un ser querido, que acaban de recibir un diagnóstico médico desalentador o van a perder su trabajo, o que se encuentran en una situación muy fuerte que está afectando su vida a un nivel emocional. La resiliencia nos ayuda a enfrentarnos a estos eventos, es una habilidad que vamos desarrollando a lo largo de nuestras vidas y que podemos seguir construyendo sin importar nuestra edad, además, nos permite identificar los aprendizajes provenientes de esas situaciones y utilizarlos en nuestro desarrollo emocional.
El neurólogo y psiquiatra austriaco Viktor Frankl estuvo preso por tres años en varios campos de concentración Nazi, durante la segunda guerra mundial y al ser liberado escribió el libro El hombre en busca de sentido en donde sostiene que una persona puede encontrar una razón para vivir aún en situaciones extremas, este trabajo le ayudó a fundamentar la logoterapia, así que cuando Al Sierbert (2007) escribió su libro Resiliencia: construir en la adversidad, identifica a Viktor Frankl como una persona con niveles de resiliencia muy altos y lo describe como una persona feliz que aprovecho los aprendizajes de una situación sumamente dolorosa para lograr grandes cosas.
Entonces, ¿cómo se si soy resiliente?
Bueno, existen algunas características que identifican a personas resilientes, aunque estas características van a depender de persona a persona en general las define como individuos capaces de superar eventos traumáticos o situaciones consideradas como tragedias:
- Realizan planes realistas y siguen los pasos para alcanzarlos
- Tienen un concepto positivo de ellos mismos, confían en sus fortalezas y habilidades
- Son hábiles para comunicarse y solucionar problemas
- Pueden manejar sentimientos e impulsos fuertes
Pero ¿cómo podemos incrementar la resiliencia?
Bueno, pues como una de las características de esta habilidad es buscar las oportunidades en cada situación, vamos a buscar aquellas que nos ayuden a incrementar la resiliencia en los aspectos cotidianos, a continuación te hago una pequeña lista de las cosas y actitudes que podemos adoptar para lograrlo:
- Establezcamos relaciones, reunámonos con la familia cercana, con nuestros amigos y personas importantes, eso nos hará sentir que contamos con apoyo y que en momentos de necesidad alguien estará ahí para tendernos una mano.
- Seamos optimistas con nuestra crisis actual, tratemos de visualizar las posibilidades y analicemos que está en nuestras manos y que no, dejemos fluir aquello que no lo está
- Tal vez en este año algo ha cambiado o está a punto de cambiar, aceptémoslo como parte de la vida y crecimiento, los cambios muestran caminos nuevos y distintas posibilidades
- Escalemos hacia nuestras metas, hagamos una pequeña escalera de logros enfocados hacia una meta, no necesariamente tiene que estar relacionada con una crisis, pueden ser decisiones que has estado posponiendo. ¿quieres comprar un carro? ¿cuál es el primer escalón? Cúmplelo y sigue con el siguiente, los logros aunque sean pequeños reforzarán nuestra seguridad
- Descubrámonos a nosotros mismos, analicemos nuestro pasado, ¿qué me ha hecho crecer? ¿qué me ha hecho una persona más fuerte, más tolerante, más segura?, los eventos difíciles incrementan nuestras habilidades, descubramos cuales son
- Confiemos en nosotros y en nuestra capacidad para resolver problemas, confiemos en nuestros instintos
- Mantengamos la esperanza, seamos optimistas y esperemos que ocurran cosas buenas en este año que comienza, pensemos en lo que queremos y no en lo que tememos
- Cuidemos de nosotros, tomemos un descanso de nuestra rutina, hagamos alguna actividad que nos guste, elijamos una alimentación más sana, ejercitémonos, todo esto nos mantendrá listos para enfrentarnos a situaciones complicadas.
Entonces, tenemos la posibilidad de incrementar nuestra resiliencia y este inicio de año es una excelente oportunidad para detenernos y pensar que podemos hacer para ser emocionalmente más efectivos. Tal vez podemos poner en nuestra lista de deseos y propósitos de año nuevo algunas actividades como: empezar a llevar un diario, comenzar a leer historias de superación, hacer ejercicio, pero ya no con el objetivo de bajar de peso o vernos mejor, sino con la intención de nutrir nuestras emociones y hacernos individuos más resilientes, preparados para afrontar aquellas situaciones dolorosas fuera de nuestro control.
Espero que les haya gustado esta pequeña publicación, pero sobre todo que sea de utilidad para mejorar algún aspecto de sus vidas, no olviden que los pequeños cambios, con el paso del tiempo tendrán efectos mayores y que siempre existen especialistas que pueden guiarlos a través del proceso de cambio, porque ser resiliente no significa que voy a dejar de sentir miedo o angustia, todo lo contrario, comprendo que son emociones necesarias para mi crecimiento, las acepto y utilizo en mi beneficio emocional.
¡Nos leemos el siguiente sábado!
Si deseas más información puedes consultar:
American Psychological Association (s.f) El camino a la Resiliencia. Disponible en http://www.apa.org/centrodeapoyo/resiliencia-camino.aspx
Siebert, A. (2007) Resiliencia: construir en la adversidad. España: Alienta Editorial
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